Generalmente, el hall es bastante pequeño y desemboca en un pasillo. Es importante que este se encuentre bien iluminado, ya que sino parecerá que nos adentramos en un lugar frío y oscuro. Lo más atractivo decorativamente hablando es utilizar luces que se encuentren colgadas de las paredes, un poco más arriba de la altura de la cabeza, para que iluminen sin molestarnos a la vista.
Si apenas tienes espacio para colocar luces, siempre puedes jugar con los espejos y el espacio, como ya hemos comentado en otras ocasiones, y hacer que reflejen la luz a rincones donde de manera natural no llegaría.
En cuanto a qué colores utilizar en las paredes, personalmente yo apostaría por un color intenso, puede que incluso papel en lugar de pintura, en la entrada y un color más claro en el pasillo. La entrada es uno de los sitios más transitados de una casa y un color demasiado claro haría que cualquier pequeña mancha de suciedad destacase sobremanera.
Para el suelo es esencial una buena alfombra, que proporcione colorido y que sea muy resistente…¡no queremos que se empiece a deshilachar al poco de haberla colocado!. Además, una alfombra en el suelo da sensación de calidez, y lo cierto es que ayuda a mantener el calor en una habitación.
Moviéndonos al mobiliario…es indispensable contar con una percha, madera de un color oscuro es muy adecuada, para colocar tanto los abrigos propios como los de nuestros visitantes.
Si además contamos con una mesa con espacio para colocar uno o dos marcos de fotos, un recipiente para las llaves y un florero con flores (no importa si son de verdad o de plástico, la idea es darle un toque de frescura a la entrada), ya contamos con lo básico para darle un toque acogedor a nuestro hall. Por supuesto, se pueden añadir muchos más complementos, como un mueble para los zapatos o un arcón, pero todo depende del espacio con el que contemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario