Para la decoración de ambientes hay
diferentes estilos, entre ellos se encuentran los siguientes: bohemio, industrial,
mediterráneo, moderno y contemporáneo,
natural, y por último el nórdico.
A lo largo del artículo se explicaran los
diferentes estilos antes nombrados.
Estilo bohemio:
En los últimos tiempos se
ha convertido en uno de los estilos más modernos y va perfectamente de la mano
con los hogares pequeños. El bohemio es un estilo muy íntimo y uno de los más románticos.
Una de las claves para este tipo de decoración es la mezcla, que da una
sensación de que todo es más antiguo de lo que es, y el colorido, bastante
amplio pero manteniéndolos en los tonos fríos. Lo que más marca el estilo
bohemio son los textiles, ya que en estos ambientes predominan las telas
pesadas.
Estilo industrial:
En este tipo de
decoración se encuentran materiales como el metal, el aluminio o el cemento,
mientras que la madera apenas tiene lugar. Esto hace que los colores
principales sean el metálico y el blanco. Las lámparas son uno de los
complementos que más se ajustan a este ambiente de una manera sencilla y sin
estridencias. Las estanterías creadas con tablas de madera o metálicas y
ajustadas con sencillos tornillos a cuatro listones, se sitúan fácilmente a los
pies de la cama o como separador de ambientes y dan el toque industrial que se
quiere conseguir.
Estilo mediterráneo:
Este estilo se basa en
una premisa muy clara; dejar que el sol inunde toda la vivienda. El color y el
calor del estilo mediterráneo nos proporciona un ambiente de alegría, a grandes
rasgos se trata de una decoración relajada y cálida que nos transmite un poco
el estilo de las vacaciones. Los colores que nos van a ayudar a proporcionar
mucha luz son el blanco, el aguamarina, el ocre y el verde oliva, los cuales
son los más apropiados para las paredes. El mediterráneo es un estilo muy
conectado con la naturaleza, por lo que los elementos vinculados al mar y a la
tierra resultan más indicados para utilizar dentro de este plan decorativo.
Estilo moderno y contemporáneo:
En este estilo prevalece
el color blanco tanto en la arquitectura como en el mobiliario aumentando la
sensación de amplitud y aportando un efecto despojado y limpio a los ambientes.
La simplicidad es esencial para este diseño, simple no significa aburrido,
significa puro, equilibrado, moderado, integrado y con clase. Todo lo que no
ofrece facilidad de uso no debe ser incorporado a la decoración, ya que la
funcionalidad es imprescindible en este diseño.
Estilo natural:
Vuelve la naturaleza a
los orígenes: tonos tierra, fibras vegetales, maderas, los colores muy suaves y
ambientaciones que remontan a la naturaleza con algunos detalles metálicos o
que perteneces a un estilo mas sintético son los que le dan vida al estilo natural.
Estilo nórdico:
Este estilo destaca el
uso de materiales naturales como la madera y la combinación de texturas y
colores claros, cuidando cada detalle a la vez que mantiene la sencillez. En la
parte textil se utiliza el lino y el algodón, que sirven de soporte a diseños
de cuadros o rayas, también para estampados floreales con dibujos repetitivos y
fondos claros. Este estilo combina lo tradicional con lo moderno para lograr
ambientes característicos.
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