La primera, una vez que ya tienes el local, será hacerte con la licencia de apertura, sin la que no podrás continuar.
Se trata de un proyecto que tendrá que realizar un profesional cualificado, para verificar que dicho local cumple todas condiciones requeridas y se encuentra en perfecto estado para iniciar la actividad.
Si resulta que el local incumple algunas de las condiciones se necesitará un "proyecto de adecuación", en el cual se detallarán las obras necesarias para subsanar los problemas encontrados.
Será interesante buscar un buen profesional que domine esta materia. Nos ahorraremos trámites y tiempo de gestión, problemas que no necesitamos sumar al hecho de iniciar un negocio.
Una vez que terminemos con estos trámites necesarios, ya podremos volcarnos al completo en nuestro local, preparándolo para su apertura con las mejores instalaciones y diseño que nos permita nuestro presupuesto.
Para esto, siempre es un buen ejercicio ponernos en la piel de un cliente y pensar que nos gustaría encontrarnos al entrar en un negocio similar.
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