Un método muy sencillo que tenemos para comprobar esto es hacer un plano, aunque sea muy precario y en borrador, del ambiente en cuestión y de los muebles que pretendemos ubicar. De esa forma, haciendo varios dibujos, podremos comprobar qué manera dispondremos de mayor espacio libre.
Otro tema esencial es interpretar el destino que tendrá cada habitación. No es lo mismo una habitación para un niño, un cuarto de recién casados, una sala para ver la televisión o una cocina con un amplio ventanal.
Si queremos decorar un living, una sala de estar o un lugar para ver la televisión , el sofá deberá ocupar un lugar especial. Con este mismo concepto, la cama deberá tener el protagonismo en un dormitorio, la mesa en la cocina o el salón donde se servirán las comidas.
Los objetos principales de cada ambiente deberían ocupar el centro o apuntar hacia el mismo.
Siempre es aconsejable que las mesas o sillones donde uno se sentará a leer, dispongan de luz natural, para lo cual debemos tener en cuenta las ventanas a la hora de distribuir los muebles.
También es aconsejable disponer de espacios secundarios:
- Tener mesitas satélites si es un salón donde solemos comer o servir bebidas para varias personas.
- Además de un sillón o sofá principal, siempre que el espacio lo permita, podemos disponer de un sillón individual para crear un sector que nos permita leer, o escuchar música.
En definitiva, se trata de optimizar el espacio para sacar el máximo provecho y espacio con los mismo muebles.
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