Parece que de una forma lenta vamos abandonando la actual crisis que ya está extendiendo de una manera casi insoportable.
Naturalmente no todos los sectores van a salir al mismo tiempo ni al mismo ritmo.
Por lo que hemos podido comprobar, la crisis ha golpeado de forma más contundente a las clases bajas y medias, además que son las que tienen menos defensas ante los momentos complicados.
Entre otros datos que nos ha dejado la actual crisis, hemos comprobado como la brecha entre ricos y pobres se ha agrandado y al mismo tiempo que el paro no ha parado de crecer, también han aparecido cada vez más ricos en el país, lo que resulta un contraste bastante difícil de poder explicar...
De esta forma vemos como por ejemplo la venta de Viviendas en el Barrio de Salamanca de Madrid se recupera de forma más rápida que otras en barrios de menos renta per capita.
También podemos comprobar como algunos macro-complejos de viviendas en lugares costeros resultarán muy difíciles de dar salida, sobre todo por sus dimensiones.
En definitiva, se trata de aplicar la lógica al mercado inmobiliario, los lugares donde se construyó por simple especulación tardarán mucho en alcanzar la normalidad, en cambio donde se construyo de una forma más ordenada y razonada, pronto verán el mercado inmobiliario y la construcción rodar de manera natural.
En el pasado la construcción fue el eje motor de la economía española. No podemos pasar del todo a la nada en cuestión de unos años, hay que buscar un punto intermedio donde está la coherencia.
La construcción puede seguir siendo parte importante de la economía, siempre que se elimine el alto índice especulativo de la misma.
Habrá que buscar nuevos sectores economicos que guíen el futuro del país y que canalicen las energías que actualmente están siendo desaprovechadas.
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