En la entrada anterior empezamos
a hablar de las bondades de los diseños
de cocina en forma de L. Por ejemplo, son
prácticos y sirven para economizar el espacio en aquellas cocinas que no
son demasiado grandes. A continuación vamos a seguir dándoos algunos consejos
para conseguir unos resultados
excelentes y aprovechar al máximo el espacio del que disponemos.
Integrando las distintas partes de la cocina
Zona de lavado
Está compuesta por la lavadora, el lavavajillas y el fregadero
y normalmente se suelen apartar de la
vista, ya sea mediante una mampara o similar que la tape, o integrándola de manera natural con el
resto, si el aspecto de los electrodomésticos lo permite. En algunas
ocasiones, si se dispone de un cuarto en especial para estas tareas, su
presencia es eliminada de la cocina.
Zona de preparación
Está compuesta por la placa de cocina, el horno, el microondas
y ese tipo de elementos. La zona de preparación abarca la mayor parte de tu cocina en
L y si hay suficiente espacio puede disponerse en el medio de la
sala, pero no es lo habitual. Pegada a la pared, ocupando poco espacio y siendo eficaz a la vez que elegante es
como más la vamos a ver.
Zona de almacenamiento
Alacenas y otros muebles, además de la nevera y el congelador. Hay que diferenciar los aparatos que usan
el frío para conservar los alimentos de aquellos muebles que simplemente evitan
que les den la luz del sol directa. Los últimos modelos de estos
electrodomésticos van a permitir integrarlos
sin problemas en la cocina, además de poder crear molduras y similares para
crear un efecto de partición de espacios.
Las últimas tendencias nos llevan a una línea totalmente minimalista, sin adornos e incluso sin tiradores
en los muebles, que suelen estar anclados
a la pared para dar la sensación de más espacio. Y en cuanto a los colores,
la tendencia es usar bitonos como el
blanco y negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario