Seguimos con nuestras entradas
dedicadas a la elaboración de una funda
para el sillón. En la anterior habíamos empezado a tomar medidas, en este
nos centramos en la elaboración del
patrón y de la funda en sí.
Confeccionando el patrón
Una vez que has tomado las
medidas tienes que elaborar el patrón
siguiendo un esquema. Para ello, coge
algunas piezas de tela de muestra y haz varias pruebas sobre el sofá o
sillón, cambiando de colores y texturas
cuando sea necesario. Posteriormente, tienes
que recortar los retales siguiendo este esquema: una pieza central seguida de
dos piezas para el reposabrazos y otras dos para el frontal.
Hay que dejar siempre en los
bordes de abajo 4 o 5 centímetros de más
para el dobladillo, así como un centímetro
o dos en los límites de las costuras internas y tres o cuatro en las zonas
cercanas a ojales y botones. Para acabar, hay que hacer los dobladillos
finales de cada pieza antes de incorporarlas a las fundas.
Cogiendo aguja e hilo
Lo mejor es realizar un pespunte con hilo, para así trabajar con menos volumen
de tela, uniendo las piezas laterales a la central junto con el
apoyabrazos. Una vez que hemos hecho esto, hay que coser y sobrehilar sobre las marcas, realzando las dobleces para ojales
y botones que previamente hemos marcado en nuestro patrón, cosiendo de manera uniforme a la tira del elástico y
al menos a 30 centímetros del borde del
respaldo.
Y por último, colocamos la funda sobre el sillón
ajustando bien todas las partes y comprobamos que todo está correcto.
Aprovechando los excedentes de tela confeccionamos los almohadones y damos los
últimos toques, como los botones y otros complementos.
Como verás, el aspecto de tu sofá
o sillón ha cambiado por completo,
ahorrándote una enorme cantidad de dinero en muebles nuevos. Y lo mejor de
todo, es que la podrás lavar cuando quieras.
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