Las decoraciones en los hogares es una de las prioridades
que muchas personas se toman en serio por ser algo que repercute de manera
importante en el bienestar de los habitantes. Mezclar colores y componentes es
el punto de partida de muchas de las fórmulas que se conocen en este sentido.
El protagonismo del color es importante por su asociación a
la percepción humana, es decir, los colores tienen el poder de provocar
sentimientos y estados en las personas que se encuentran en un entorno
predeterminado.
Cualquier fórmula que involucre una psicología benéfica para
los habitantes tiene éxito, y en la actualidad, existen muchísimas que son
efectivas; pero dentro de un contexto en el que todo parece estar explorado, la
innovación aparece.
Un clarísimo ejemplo es el que retrataremos en este
artículo: el color rosa en los baños. Esta idea ha venido resonando en los
últimos meses, y es la tendencia de este 2017 la que lo ha hecho protagonista.
El color rosa en baldosas, combinado con el dorado en griferías y el blanco en
paredes y demás componentes, completan la fórmula.
En algunos casos, se suele combinar un estilo tendiente a lo
industrial, sobre todo por las características de las baldosas y que la
grifería, los lavamanos y los inodoros, pueden prestarse para ello.
Más que inclinarse ante esta tendencia, cabe hacerse la
pregunta del porqué del éxito del rosado en los baños y porqué se ha convertido
en tendencia. Existe un significado importante en la psicología del color
rosado que juega mucho con el papel del baño en la intimidad individual de cada
persona.
El color rosado y sus
percepciones
Por sí mismo, el color rosado está asociado a ideas como la
relajación, lo que es suave, lo que es protector, al equilibrio, a la energía
sin agitación y a la delicadeza; todas estas ideas suplen la necesidad de
protección y vulnerabilidad asociada a la desnudez que representa estar en el
baño.
El fundamento del uso de colores es, entonces, aplicado a
este entorno del hogar, caracterizado por ser privado y en el que muchas veces
nos dedicamos al relax, a pensar y meditar; en otras palabras, es nuestro yo
interior quien tiene la oportunidad de surgir por breves momentos, mientras
tomamos un baño caliente, dejando evaporar las preocupaciones.
La presencia única del rosado no es recomendada, y en
cambio, lo mejor es combinarla con el color blanco y con una adecuada
iluminación, que, en lo posible, se asemeje a la luz natural, si se carece de
ella por limitaciones de entorno.
Combinando estos factores, logramos el baño perfecto que, al
menos durante este 2017, te dará la mejor impresión que hayas tenido, además de
beneficiarte psicológica y emocionalmente cada vez que quieras tomar tan
anhelado baño de burbujas.
Es un color arriesgado el colocar el rosa como color predominante.. no obstante viendo los resultados, me encanta
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